Toda la vida desde mi nacimiento han planeado mi vida, primero lo hicieron mis padres, luego con ayuda de una buena escuela, mis maestros.
Para tratar de escapar de estas líneas de vida, trazadas desde mucho antes de mi nacimiento y que han seguido a gran parte de mi vida, me reuní con mis amigos a los que creí eternos, pero los intereses cambian y nada queda en común para todos.
Aun cuando parece que no queda nada, cuando los intereses comunes se han vuelto polvo y cuando las líneas que alguna vez se trazaron en mi vida comenzaban a aparecer como un sombrío y frío futuro, como un rayo de luz que dio fuerza a mi vida, apareciste tu preciosa Laura a la que nadie esperaba.
La que recompondría las líneas que alguna vez parecieron atormentarme, para enseñarme que no importa el sentido que tome mi vida, sino que puestas en la realidad son las adversidades a las cuales nos tendremos que enfrentar día a día, no importa el rumbo que tomemos siempre estarán ahí.
Tú me enseñaste lo que realmente vale, que es saber como enfrentar una a una cada adversidad que se presenta en mi vida.
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