ayer mientras te esperaba en esa esquiena te escribi esto...Cuento los días para verte de nuevo,
esperando ver en tus ojos el cielo,
esperando que tu sonrisa
alimente mi alma,
esperando que tus palabras
me den esa calma
que mi ser necesita para existir,
esperando ser en un momento,
momento fugaz, pero momento feliz
la persona que está enfrente de tí.
Esa persona que sólo un instante
ocupe tu tiempo,
tiempo presente, tiempo distante,
tiempo eterno, ya sabes el tiempo,
que como se dice es relativo,
y yo lo relaciono contigo,
tiempo feliz, tiempo preferido.
El café, siempre efectivo,
es la bebida que ya prefiero,
no importa lo frío que se ponga después,
no importa que el mundo ande al revés,
no me importa el calor, tampoco el frío,
solo cuento los días para poder perderme
un instante en tu mirada, un instante contigo,
en una dimensión donde no hay tiempo,
no hay ventas, no hay memoria,
no hay histeria, no hay historia,
sólo café y galletas,
y conversaciones que no estan sujetas
a ningún protocolo.
A veces, cuando estoy solo,
invento conversaciones
me lleno de emosiones
antes no descubiertas,
pero ahora tú las despiertas.
...un instante en tu mirada,
un instante es lo que importa
ahora en mi mundo,
yo bucanero y vagabundo,
errante Caín, errante poeta
con ajada y rota maleta,
esperando que tus ojos sean la puerta
esperando que tu sonrisa sea el pincel
y que pintes mi alborada,
esperando verte, otra vez,
y perderme en tu mirada...
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